Embalaje isotérmico para productos refrigerados o congelados

En el transporte de productos perecederos, el embalaje isotérmico refrigerado es clave para garantizar que la mercancía llegue en óptimas condiciones. Ya sea que se transporten alimentos, medicamentos o productos químicos, un embalaje adecuado evita fluctuaciones de temperatura y reduce riesgos de contaminación. 

Por ello, en este artículo de Forza Transportes compartimos las mejores prácticas para asegurar la integridad de productos refrigerados y congelados y elegir el embalaje perfecto para sus productos.

¿Qué es el embalaje isotérmico refrigerado?

El embalaje isotérmico refrigerado es un sistema de empaquetado diseñado específicamente para mantener una temperatura interna estable durante un período determinado, protegiendo los productos sensibles a las variaciones térmicas. 

Este tipo de embalaje utiliza materiales con propiedades aislantes y, a menudo, se complementa con elementos refrigerantes como geles fríos o hielo seco para prolongar el mantenimiento de la temperatura deseada. 

Su objetivo principal es minimizar la transferencia de calor entre el interior y el exterior del empaque, asegurando así la integridad de los productos congelados y refrigerados, como carnes, lácteos, vacunas o mariscos, durante su transporte. 

Este tipo de embalaje es esencial en la cadena de frío, asegurando que los productos cumplan con normativas sanitarias y de calidad.

Tipos de embalaje refrigerado

La elección del embalaje correcto es un factor determinante para la integridad de su carga durante el transporte. Existe una variedad de opciones de embalaje para productos congelado y refrigerados, cada uno con características y aplicaciones específicas:

Cajas isotérmicas de poliestireno expandido (EPS). 

Conocidas comúnmente como cajas de unicel, son una opción popular para envíos de corta duración. Su principal ventaja radica en su economía y su buen aislamiento térmico para su peso ligero. 

Son ideales para proteger individualmente productos congelados y refrigerados de tamaño pequeño a mediano. Sin embargo, su durabilidad y resistencia a la compresión son limitadas, por lo que se recomienda utilizarlas dentro de embalajes exteriores más robustos para envíos que requieran mayor protección física.

Contenedores térmicos de poliuretano

Estos contenedores ofrecen una mayor durabilidad y resistencia en comparación con las cajas de EPS. Fabricados con poliuretano, un material con excelentes propiedades aislantes, son perfectos para transportes de larga distancia y para la manipulación repetida.

Su construcción robusta protege eficazmente los productos congelados y refrigerados de golpes y variaciones de temperatura externas. Aunque su costo inicial es mayor, su vida útil prolongada y su capacidad de mantenimiento de temperatura los convierten en una inversión rentable para operaciones logísticas continuas.

Bolsas térmicas con gel refrigerante

Estas soluciones de embalaje isotérmico refrigerado destacan por su flexibilidad y adaptabilidad a diferentes formas de productos. 

Al combinarse con gel refrigerante, proporcionan una capa adicional de aislamiento térmico, ideal para cargas pequeñas como medicamentos sensibles a la temperatura o alimentos frescos que requieren un control térmico preciso en trayectos cortos o como complemento dentro de embalajes más grandes.

Son una opción conveniente para envíos directos al consumidor de cargas pequeñas o para el transporte interno dentro de instalaciones.

Paletas refrigeradas

Diseñadas para la manipulación y el transporte de productos congelados y refrigerados a gran escala dentro de camiones refrigerados o contenedores frigoríficos. 

Estas paletas incorporan sistemas de aislamiento térmico y, en algunos casos, sistemas de refrigeración activa o pasiva para mantener la temperatura de la carga masiva durante el tránsito. 

Optimizan el espacio y facilitan la carga y descarga, siendo una solución eficiente para la distribución a granel en la logística de temperatura controlada.

Consejos para lograr un buen embalaje para productos refrigerados

Para garantizar la eficacia del embalaje isotérmico refrigerado, siga estos consejos:

  1. Asegurar el sellado. Un buen sellado minimiza la entrada de calor y la fuga de frío. Utilice cintas adhesivas de calidad y considere el uso de selladores térmicos para bolsas.
  2. Utilizar la cantidad adecuada de refrigerante. Calcule la cantidad necesaria de geles fríos o hielo seco en función de la duración del transporte, la temperatura ambiente y la sensibilidad del producto.
  3. Distribuir el refrigerante estratégicamente. Coloque los elementos refrigerantes de manera uniforme alrededor del producto para asegurar un enfriamiento homogéneo.
  4. Evitar espacios vacíos. Rellene los espacios vacíos dentro del embalaje con material aislante adicional (como papel burbuja o espuma) para evitar el movimiento de la carga y la formación de puntos calientes.
  5. Etiquetado claro. Indique claramente la temperatura de conservación requerida y las instrucciones especiales de manipulación.

¿Cómo elegir el embalaje adecuado?

La elección del embalaje isotérmico refrigerado ideal dependerá de varios factores clave:

Temperatura de la carga

La temperatura específica que necesita mantener su producto (refrigerado o congelado) influirá directamente en el tipo de embalaje y la cantidad de refrigerante necesario.

No es lo mismo transportar productos congelados (-18°C) que refrigerados (0°C a 4°C), por lo que el embalaje deberá soportar el rango térmico requerido.

Durabilidad y resistencia

Considere la fragilidad de su producto y las condiciones del transporte. Para trayectos largos en condiciones adversas o productos delicados, un embalaje más robusto será esencial, opte por materiales rígidos como poliuretano, que resisten golpes y humedad.

Compatibilidad con sensores de monitoreo

Si necesita rastrear la temperatura de su carga durante el transporte, asegúrese de que el embalaje sea compatible con los sensores de monitoreo que utilizará. Esto también puede ser de utilidad para cargas de alto valor, como fármacos.

Modo de transporte

El modo de transporte (terrestre, aéreo, marítimo) y la duración estimada del viaje son factores cruciales para determinar el nivel de aislamiento y la cantidad de refrigerante requerida. 

En Forza Transportes recomendamos para el transporte terrestre un embalaje de cajas isotérmicas o contenedores con refrigeración activa.

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